The Waikato Museum | El Museo Waikato
English
The Waikato Museum is a place of community. The small and intimate space comfortably houses several of the taonga, or cultural treasures, of the Waikato-Tainui people who have lived in this region for generations. A large traditional waka, or canoe, Te Winika, takes pride of place. The Māori Queen, the late Te Arikinui Dame Te Atairangikāhu gifted Te Winika to the people of Hamilton and in 1973 the waka was brought to the museum. My dear friend, the master carver Wikuki Kingi (QSM, Waikato-Tainui) created the magnificent Pou that stands next to the waka, depicting Waikato Te Ara, the female ancestral form of the Waikato river. Inside the museum, I saw families working together to build kites as part of a community workshop. To Māori, the making and flying of traditional kites during Matariki season, when the community awaits the rising of the cluster before dawn, is a symbol of the inseparable connection between Ranginui (the sky) and Papatūānuku (the Earth). The museum has a special exhibit on Te Whānau Mārama (The Family of Heavenly Bodies), describing the relationships between Māori and the cosmos as applied to navigation and sustainable living. From an astronomical perspective, I gained the insight that Polynesian non-instrument navigation across the Pacific focuses primarily on the heavenly motions of the Sun and the stars. Once settled on land, sustainable living practices focus more intently on the stars and the Moon. Open sea navigation seemed to be primarily a solar-stellar-ocean system, while the caretaking of the land relied mostly on a stellar-lunar-land system. Matariki features prominently in the exhibit as part of the stellar-lunar-land system through the description of a sophisticated Maramataka (lunar calendar) that considers tohu (indicators) to mark the complexity of the tides, the passage of the seasons, the migration of animals, the flowering of plants, and human activities appropriate for each day. The exhibit showcased how the heliacal rise of Matariki (the first sighting of the cluster in the eastern horizon before sunrise) during the tangaroa lunar phase (between third quarter and new) heralds the beginning of the new year. This is true for many but not all Māori tribes, since some areas of Aotearoa (North and West of the North Island and much of the South Island) consider the first sighting of the star Puanga (Rigel in the constellation of Orion) as the marker for the new year. It was clear that while all tribes were expert in tatai arorangi (reading the stars), there was regional variation in terms of what astronomical and environmental indicators were chosen to determine the beginning of the Māori new year.
Español
El Museo Waikato es un lugar de comunidad. El espacio pequeño e íntimo alberga cómodamente varios de los taonga, o tesoros culturales, de los pueblos Waikato-Tainui que han vivido en esta región durante generaciones. Una gran waka (o canoa) tradicional, Te Winika, ocupa un lugar de honor. La reina maorí, la fallecida Da Te Te Arikinui Te Atairangikāhu regaló la Te Winika a la gente de Hamilton y en 1973 la waka fue llevada al museo. Mi querido amigo, el maestro tallador Wikuki Kingi (QSM-galardonado por la medalla de servicio de la Reina, Waikato-Tainui) creó el magnífico Pou que se encuentra al lado de la waka, representando a Waikato Te Ara, la forma ancestral femenina del río Waikato. Dentro del museo, vi familias trabajando juntas para construir cometas como parte de un taller comunitario. Para los maoríes, la fabricación y el vuelo de las cometas tradicionales durante la temporada de Matariki, cuando la comunidad espera la salida del cúmulo antes del amanecer, es un símbolo de la conexión inseparable entre Ranginui (el cielo) y Papatūānuku (la Tierra). El museo tiene una exposición especial sobre Te Whānau Mārama (La familia de los cuerpos celestes), que describe la interrelación entre los maoríes y el cosmos aplicado a la navegación y la vida sostenible. Desde una perspectiva astronómica, obtuve la idea de que la navegación polinesia sin instrumentos a través del Pacífico se centra principalmente en los movimientos celestiales del Sol y las estrellas. Una vez establecidos en la tierra, las prácticas de vida sostenible se centran más intensamente en las estrellas y la Luna. La navegación en mar abierto parecía ser principalmente un sistema solar-estelar-oceánico, mientras que el cuidado de la tierra se basaba principalmente en un sistema estelar-lunar-terrestre. Matariki ocupa un lugar destacado en la exhibición como parte del sistema estelar-lunar-terrestre a través de la descripción de un sofisticado Maramataka (calendario lunar) que considera tohu (indicadores) para marcar la complejidad de las mareas, el paso de las estaciones, la migración de animales, el florecimiento de las plantas y actividades humanas apropiadas para cada día. La exhibición mostró cómo la salida helíaca de Matariki (la primera aparición del cúmulo en el horizonte oriental antes del amanecer) durante la fase lunar de Tangaroa (entre el cuarto menguante y la Luna nueva) anuncia el comienzo del nuevo año. Esto es cierto para muchas, pero no todas las tribus maoríes, ya que algunas áreas de Aotearoa (norte y oeste de la Isla Norte y gran parte de la Isla Sur) consideran la primera aparición de la estrella Puanga (Rigel en la constelación de Orión) como el marcador para el Año Nuevo. Estaba claro que si bien todas las tribus eran expertas en tatai arorangi (leer las estrellas), hubo una variación regional en términos de qué indicadores astronómicos y ambientales fueron elegidos para determinar el comienzo del nuevo año maorí.